MANIFIESTO VACIADOR34

Después de un año de viaje en el mundo de los escombros, del frío y de la albañilería en general, llevada a cabo por obreros inexpertos, pero con muchas ganas de aprehender, surge de las cenizasvaciador34: un proyecto en el que nos propusimos rehabilitar, con mucho mimo y paciencia, un local de uso industrial de más de 200 m2, convirtiéndolo así en un conjunto de aulas-taller: un espacio para artes plásticas, un estudio informático, una sala insonorizada, un local de revelado fotográfico y, cosiendo todo esos espacios, una sala polivalente diáfana de unos 100 m2.

Vaciador34 es un lugar en el que, como su propio nombre indica, uno tiene la posibilidad de vaciarse, esto es, de crear.
Un espacio vacío donde poder decir, donde se de un intercambio, donde podamos desarrollar actividades relacionadas con la cultura y el arte… y todo ello desde una perspectiva genuina, originada desde el pleno deseo de cambio. Hartos de los circuitos normales por los que los mercados llevan el arte, disgustados por el poco poder de decisión que tenemos como personas, por las superficiales relaciones que se dan en el mundo del plástico y el capital en el que vivimos, proponemos funcionar entre tod@s de otra forma.
Uno de nuestros objetivos es funcionar con precio libre.
Parándonos a pensar, el único precio libre que se da en nuestro día a día se llama limosna o propina, el resto ya tiene un precio y lo que solemos hacer es limitarnos a pagarlo. Bueno, nos ahorra el pensar (ya han decidido por nosotros), pero también coarta nuestra capacidad de decisión y nuestra sinceridad. Para nosotr@s funcionar así nos hace más partícipes y consigue que se creen relaciones más cercanas y sinceras entre nosotr@s.

En noviembre vaciador34 empieza, por fin, a funcionar, con talleres, actuaciones de teatro, danza, exposiciones, ciclos de proyecciones, espacios de debate, conciertos y todo lo que vaya surgiendo y vayamos, tod@s, imaginando e inventando. Y todo eso planteado como un lugar de intercambio colectivo, libre, en el que el público no sea público como tal, sino que constituya el motor de las obras y que contribuya o no de forma directa impulsándolas, fomentándolas, costeándolas en la medida en que estas les parezcan interesantes y quiera hacer posible que continúe desarrollándose, sufragando, de forma colectiva, sus gastos. Sin que haya ánimo de lucro de por medio.


¡Vaciador es un espacio independiente construido gracias al riesgo y con ese mismo elemento tiene que seguir emergiendo!

Seguidores